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By SmartWallboxes
Vistazo a la evolución y a la recarga de VE
A lo largo de la historia del transporte motorizado, los vehículos y sus combustibles han vivido en gran medida vidas paralelas. Con la Ford Motor Company a la cabeza, la industria del automóvil adoptó el motor de combustión interna y aseguró muchas décadas rentables para la industria petrolera, un flujo interminable de ingresos recurrentes en los surtidores de combustible de la era industrial. Tras casi 100 años de combustibles petroquímicos, el sueño de Henry Ford y Thomas Edison de un transporte electrificado se está haciendo realidad.
No sólo los vehículos eléctricos son habituales en las carreteras de hoy, sino que estamos asistiendo a un crecimiento e innovación sin precedentes en torno al uso de la electricidad como recarga de VE.
El origen de los vehículos eléctricos
Si hubiéramos pasado directamente del caballo a los vehículos eléctricos, la transición a la electrificación masiva sería sustancialmente diferente. Los conductores se han acostumbrado a los métodos rápidos, eficientes y familiares que han utilizado para repostar durante casi un siglo. Dado que la infraestructura de recarga pública y doméstica era prácticamente inexistente al principio de la era de los vehículos eléctricos, los primeros despliegues de la tecnología de los vehículos eléctricos solían realizarse en entornos cerrados, como fábricas y complejos industriales.
Estos primeros despliegues incluían vehículos como carretillas elevadoras y camiones de transporte, y las instalaciones eran conjuntos de tecnologías personalizadas o únicas. Cuando las estaciones requerían la resolución de problemas, el tiempo de respuesta era a menudo largo debido a las limitaciones técnicas y al reto de la distribución geográfica, lo que requería una engorrosa descarga de información de diagnóstico, transferencia de datos, análisis, etc., que a menudo suponía días entre la detección y la resolución.
Cuando se utilizaban en entornos cerrados con personal de mantenimiento especializado, estas irregularidades de la adopción temprana de la tecnología eran tolerables, pero no eran viables para los conductores de automóviles convencionales.
El transporte de vehículos eléctricos se enfrentaba a un sinfín de problemas, siendo los más frecuentes la inmadurez de la tecnología de propulsión, la baja densidad de almacenamiento de las baterías y la ineficacia de los sistemas combinados. A medida que estas tecnologías relacionadas con los vehículos mejoraban, nuevos retos ocupaban su lugar: Dónde realizar la recarga de VE cuando no se está en casa; quién proporciona la carga; cuánto puede o debe costar la carga; cómo garantizar que los conductores no se queden tirados entre repostajes, etc.
En general, no se sabía cómo funcionaban las estaciones de recarga de vehículos eléctricos una vez desplegadas.
En respuesta, los fabricantes de automóviles han trabajado con un ecosistema cada vez más amplio de proveedores de tecnología y socios de servicios para resolver los problemas de abastecimiento de combustible que plantea la propiedad de los vehículos eléctricos, así como los problemas de funcionamiento a los que se enfrenta la recarga de VE como negocio. La naturaleza de la carga de vehículos eléctricos exige que los vehículos y la infraestructura de abastecimiento de combustible estén conectados de una manera que nunca tuvieron que estar en el paradigma petroquímico.
Recarga de VE en la actualidad
La recarga pública a gran escala requiere un sistema de gestión centralizado y conectado a Internet. El acceso físico a las estaciones de recarga de VE sigue siendo importante, pero es menos crítico debido al acceso remoto de los ingenieros de mantenimiento y su capacidad para extraer datos de análisis y diagnóstico casi en tiempo real. Por lo tanto, la conectividad a Internet y el avance del software y la tecnología de recarga son fundamentales para que la recarga de vehículos eléctricos funcione como una infraestructura de servicio masivo y compartido.
De hecho, las opciones de conectividad entre la carga y los vehículos eléctricos que se toman hoy en día están sentando las bases técnicas para un futuro de vehículos autónomos.
Desde un punto de vista funcional, la simple instalación de estaciones de carga convencionales (por ejemplo, cargadores de nivel 3) en las gasolineras no dará resultados satisfactorios. Aparte de que la infraestructura de suministro eléctrico no es la ideal para muchos negocios, la mayoría de los conductores rechazarán pasar una o dos horas de carga hojeando las estanterías de una tienda. Por ello, muchos propietarios de gasolineras optan por instalar el Nivel 4, también conocido como carga rápida de CC (DCFC), como una opción de servicio más rápida.
Por otro lado, estamos viendo que negocios como tiendas de comestibles, restaurantes y comercios minoristas instalan estaciones de carga de nivel 3 para atraer a los clientes y mantenerlos en el negocio durante más tiempo. Si la carga en casa es insuficiente, ahora los conductores pueden realizar los recados cotidianos mientras cargan. Es una situación en la que todos ganan.
El futuro de la recarga de VE
Se prevé que 2022 sea un año crucial para los vehículos eléctricos. No sólo el consumidor empezará a ver cambios radicales en las opciones de transporte, sino que, con la aparición de nuevas tecnologías y el aumento de las empresas que adoptan la electrificación, empezaremos a ver a los principales actores de la revolución de los vehículos eléctricos acelerar su avance y triunfar. ¿Por qué? Por la voluntad de trabajar juntos.
La familia fundadora del gigante del calzado Belle da un gran paso en la escena de las startups de Hong Kong, gracias a las redes abiertas y a los acuerdos de itinerancia de los conductores, como el acuerdo Ultium de GM, los consumidores tendrán oportunidades de carga más accesibles. Estas adopciones de puertas de enlace introducen la posibilidad de que los conductores localicen, accedan y paguen por la recarga de VE a través de múltiples redes, ayudando a allanar el camino para una recarga sin complicaciones y accesible para los conductores. El concepto de itinerancia de los conductores sera algo a tener en cuenta de cara a un futuro cercano.
La recarga de VE ha recorrido un largo camino, pero para lograr un futuro electrificado, debe participar todo un ecosistema de empresas y partes interesadas, desde las empresas de servicios públicos hasta los propietarios y operadores de estaciones de recarga de tipo Wallbox, pasando por los minoristas y los conductores. El futuro de la recarga de vehículos eléctricos exige una colaboración cada vez más estrecha (aunque sólo sea a través de flujos de datos) entre sectores que, en general, no colaboran en la actualidad. La digitalización es la clave del futuro dinámico de la recarga de vehículos eléctricos.