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By SmartWallboxes
Los vehículos eléctricos (VE) están cada vez más presentes en nuestras carreteras y con ello se producen cambios en la forma de abastecerlos y gestionarlos, pasando de las tradicionales estaciones de servicio a casi cualquier lugar con una toma de corriente. Aunque el número de estaciones de recarga públicas está creciendo rápidamente, alrededor del 80% de los vehículos eléctricos realizan la recarga en casa.
A menudo, la recarga en casa es una forma cómoda y de bajo coste de abastecer de energía los vehículos de las empresas; los empleados pueden cargar sus vehículos durante la noche, recargarlos durante el día y reclamar el coste de la recarga. Sin embargo, sin un plan bien pensado y unos procedimientos adecuados, esto puede convertirse en un proceso enrevesado, en el que las empresas tienen que idear procesos ad hoc para gestionar el pago y la reclamación. Estas políticas deben ser justas tanto para la empresa como para el empleado, a fin de evitar fricciones o cargar a ambos con gastos innecesarios o gastos administrativos.
Entonces, ¿cuáles son algunos de los principales retos cuando las empresas que operan con flotas utilizan la recarga en casa, y cómo pueden superarlos?
Recarga en casa que se adapta a todas las necesidades
La integración de la recarga en el hogar plantea a las empresas una nueva serie de preocupaciones, por ejemplo, las empresas ahora necesitan conocer las circunstancias personales de sus conductores; si pueden recargar en casa y si disponen de una plaza de aparcamiento. ¿Tienen permiso para instalar un cargador de coche eléctrico en su propiedad?
Esta información podría permitir a las empresas integrar con éxito una flota de vehículos eléctricos y ahorrarles miles de euros, pero obtener esa información y mantenerla actualizada podría ser complicado y, para los conductores, podría resultar invasivo.
Consideraciones prácticas
Para cargar un VE en casa, el vehículo se enchufaría directamente a una toma de corriente en el garaje del empleado o utilizaría una estación de carga tipo Wallbox instalada en su domicilio. El uso de un enchufe estándar significa que la carga se realiza directamente desde la red eléctrica, lo que debería reservarse para un uso ocasional, ya que puede ser lo suficientemente lento como para que un vehículo no se cargue completamente durante la noche. Por lo tanto, no es adecuado para los vehículos más grandes.
Son preferibles las estaciones de recarga especializadas, como los Wallbox, pero conllevan sus propios retos: ¿puede una empresa exigir que se instale un Wallbox? ¿Qué ocurre si el conductor alquila su vivienda y el propietario no le permite instalar un cargador de vehículo eléctrico? ¿Dónde se instalaría el cargador si el empleado vive en un bloque de pisos o en una casa sin garaje ni aparcamiento? ¿Qué pasaría si se instalara el Wallbox y luego el conductor dejara la empresa?
Son cuestiones que las empresas y sus conductores tendrán que resolver en colaboración. Aunque muchos cambios en el lugar de trabajo pueden imponerse desde arriba, cuando se difuminan las líneas entre la vida laboral y la personal, las empresas sólo deberían hacerlo con el consentimiento de todos los implicados. Las circunstancias de las personas son muy diferentes, y no todas serán compatibles con la recarga en casa, por lo que las empresas tendrán que adaptarse a ello.
La entrega de VE a los empleados que tengan o puedan tener instalados puntos de recarga en casa, mientras se proporcionan vehículos de combustión interna a los que no tienen cargadores, puede funcionar como un parche, pero con el tiempo los VE se convertirán en un estándar para muchas empresas.
No todos los cargadores de coche eléctrico son iguales
Puede que algunos empleados ya tengan instalada una unidad de carga en casa, pero no todas son compatibles con todos los vehículos. Esto significa que una empresa puede verse obligada a pagar para desinstalar un cargador incompatible, lo que se suma al coste de proporcionar uno nuevo. Actualmente, los vehículos eléctricos tienen una conexión de tipo 1 o de tipo 2, y los adaptadores pueden costar más de 150 euros.
Muchos cargadores son simplemente dispositivos para llevar la electricidad de la red a la batería de un vehículo, pero los VE comerciales necesitan una tecnología más flexible y centrada en el negocio, sobre todo si son más grandes y consumen más energía. Los conductores necesitan una forma de ser reembolsados por la electricidad que utilizan para cargar sus vehículos, y esto es muy importante.
Muchos de los nuevos puntos de recarga están “conectados”, lo que permite a las flotas ver cuánta electricidad utilizan sus conductores y reembolsarles en consecuencia. Algunas compañías energéticas ofrecen tarifas de “tipo de uso” hechas específicamente para los vehículos eléctricos que permiten a los empleados separar los costes de carga de sus vehículos de los costes domésticos.
Conseguir que las flotas de vehículos eléctricos funcionen
Sin embargo, estas soluciones ya han quedado obsoletas, ya que las empresas con visión de futuro que trabajan en la recarga de vehículos eléctricos comerciales han lanzado soluciones de recarga en casa que coordinan los pagos entre las compañías energéticas, los conductores y los gestores de flotas con mucha más facilidad. Esto se debe a que el coste de la recarga se paga directamente desde la empresa a la compañía energética del conductor, sin necesidad de que los conductores presenten gastos para ser reembolsados. Su solución es independiente del hardware y es compatible con la mayoría de los cargadores inteligentes.
El Gobierno Español ofrece actualmente una serie de ayudas para que las empresas, los propietarios de viviendas e incluso los inquilinos instalen puntos de recarga en casa. Estas ayudas pueden suponer hasta un 80% de los costes de instalación de los puntos de recarga domésticos.
La realidad de las flotas de vehículos totalmente eléctricas todavía se están resolviendo, y las flotas de 2030 funcionarán de forma diferente a las actuales, pero hay soluciones viables para la recarga en casa que benefician tanto a los conductores como a las flotas.