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By SmartWallboxes
El coche eléctrico se acerca a un hito importante que impulsará su adopción a nuevas cotas.
Hace una década, existían barreras para la compra de los vehículos eléctricos. La autonomía era limitada: el vehículo más vendido de la época, el Nissan Leaf, ofrecía sólo 117 km por carga. Había vehículos de mayor autonomía, pero eran caros.
El Tesla Model S podía ofrecer hasta 426km en la variante mas cara, pero su precio de más de 70.000 euros lo dejaba fuera del alcance de la mayoría de los compradores.
El problema se agravaba por la falta de cargadores: había pocos, y los que había cargaban con una lentitud espantosa.
El típico cargador “rápido” de la época sólo podía cargar a 50 kW, lo que tardaba media hora en llenar incluso la mísera batería del Nissan Leaf. Tesla mejoró un poco el problema con la red de Supercargadores, que también podía cargar a una potencia más respetable de 120 kW.
Había muy pocos modelos disponibles, lo que dejaba poco margen de elección. Si querías una furgoneta o un SUV grande, no tenías opciones.
Si querías una autonomía de más de 320 km pero no estabas dispuesto a comprar un Tesla, pues, lo tenias mala que no había otros vehículos con características similares. Y el proceso de compra podía ser doloroso: los vendedores de los concesionarios a menudo sabían incluso menos sobre el coche eléctrico que los que intentaban comprarlos.
Coche eléctrico, una revolución tecnológica
Desde entonces, se ha producido una revolución tecnológica. Las autonomías de mas de 400-500 km se han convertido en algo habitual. El vehículo de gama más alta, el Lucid Air, tiene una autonomía de hasta 836 km.
Cuando Mazda presentó recientemente su MX-30 eléctrico, reveló una autonomía de sólo 160 kilómetros. Lo que hace diez años era habitual, ahora es objeto de despiadadas burlas en Internet y en la prensa por su escasa competitividad en cuanto a autonomía y precio.
Los cargadores de vehículos eléctricos están más disponibles que nunca, y la tendencia sigue acelerándose. Mientras que en 2011 solo había 866 cargadores rápidos disponibles en todo el mundo, en 2020 habrá casi 400.000. Aunque la carga sigue siendo escasa en algunas regiones, el rápido crecimiento de la infraestructura de carga sugiere que este problema no será duradero.
La velocidad de carga también ha mejorado notablemente. Los cargadores de 350 kW -con una potencia siete veces superior a la de los cargadores rápidos originales- han proliferado en Norteamérica y Europa. Los vehículos siguen poniéndose al día, pero los tiempos de carga inferiores a veinte minutos para 321 km de autonomía son ya una realidad en los mejores modelos. Sólo queda un problema: el precio.
La última gran barrera
A pesar de que el ahorro en combustible y mantenimiento hace que el coche eléctrico sea competitivo en cuanto a costes a lo largo de su vida útil, los vehículos eléctricos siguen teniendo unos precios iniciales más elevados que hacen que muchos consumidores se muestren reticentes.
En una encuesta reciente de Consumer Reports, el 43% de los compradores potenciales citaron el precio de compra como factor que les frena a la hora de adquirir un vehículo eléctrico.
La buena noticia es que ya se están produciendo avances. Según el Kelly Blue Book, el precio medio de un vehículo nuevo ha subido un 19,8% (un ritmo mucho más rápido de lo normal debido a las interrupciones de la cadena de suministro relacionadas con el COVID). Los vehículos eléctricos, en cambio, apenas han variado de precio.
Como resultado, la discrepancia de precios entre los vehículos eléctricos y el conjunto del sector se redujo en un tercio. La caída de los precios se debe a varios factores: los precios de las baterías se han ido abaratando cada año y también otros componentes de los vehículos eléctricos son más asequibles.
Paridad de costes en el horizonte
Aunque el descenso de los costes de las baterías ha permitido a los fabricantes de automóviles ofrecer una autonomía cada vez mayor, los precios de los vehículos eléctricos han seguido siendo más elevados que los de sus homólogos de gasolina.
Esto debería empezar a cambiar pronto. Es probable que las autonomías de más de 500 kilómetros sean cada vez más reducidas, ya que un mayor aumento de la autonomía sería poco útil para la mayoría de la gente. Esto significa que la reducción de los costes de las baterías puede traducirse en precios más bajos.
Como resultado, la paridad de precios puede no estar muy lejos. Los fabricantes de automóviles de lujo ya están empezando a ofrecer el coche eléctrico con precios similares a los de sus homólogos de gasolina. Los analistas de UBS predicen que se producirá en todo el sector en 2024. Bloomberg New Energy Finance es algo más prudente y estima que se producirá entre 2025 y 2027 en Europa (sin contar con las subvenciones). Para 2030, estiman que un coche eléctrico de tamaño medio podría incluso ofrecer un descuento inicial del 18% respecto a un coche de gas.
Independientemente de la fecha exacta, está claro que los vehículos eléctricos van a alcanzar e incluso superar en precio a los de gasolina. La adopción generalizada de los vehículos eléctricos parece inminente, ya que se está eliminando uno de los últimos obstáculos importantes para su adquisición.
Nosotros seguiremos apostando cada día por esa transición a la movilidad eléctrica y asesorando a los clientes sobre las mejores opciones para tener su coche eléctrico siempre listo y cargado y no sufrir con el agobio de la autonomía o las largas colas para recargar en la via publica.