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By SmartWallboxes
Examinamos la tecnología de los cargadores rápidos para vehículos eléctricos:
En los últimos tiempos, la popularidad de los vehículos eléctricos ha crecido de forma exponencial; sin embargo, todavía hay ciertos factores que impiden a mucha gente dar el salto al espacio de los vehículos eléctricos. Aparte de la ansiedad por la autonomía, el otro factor que frena a muchos usuarios de vehículos de dos ruedas convencionales a la hora de adquirir un VE son los largos tiempos de carga cuando se conectan a las tomas de corriente normales.
El tiempo de carga se convierte en una preocupación aún mayor en el caso de los nuevos vehículos eléctricos que salen al mercado y que ofrecen paquetes de baterías cada vez más grandes para calmar la ansiedad por la autonomía. Si la carga de un vehículo eléctrico pudiera ser tan rápida y cómoda, o casi, como el llenado del depósito de un vehículo de dos ruedas de gasolina convencional, seguro que veríamos una adopción aún más rápida y amplia de los vehículos eléctricos.
Aparte del intercambio de baterías, la otra solución a este problema puede venir en forma de cargadores rápidos. ¿Cómo funcionan estos cargadores rápidos, que diferencias hay con los cargadores domésticos tipo Wallbox y hasta qué punto son viables? Lo analizamos en detalle.
Cargadores rápidos para vehículos eléctricos
Los paquetes de baterías producen corriente continua (DC) para accionar los motores eléctricos, sin embargo, las salidas de la red eléctrica local utilizan corriente alterna (AC). Por eso, para que la batería se cargue, hay que convertir la corriente alterna en continua. Esto se hace mediante convertidores que se instalan a bordo del vehículo eléctrico o en el cargador utilizado. Lo que hace esto es que reduce la velocidad de carga, por lo que para aumentar su ritmo, los componentes de carga tienen que ser más pesados y grandes, lo que también lo haría incómodo y complejo.
En el caso de los cargadores rápidos para vehículos eléctricos, la idea es utilizar desde el principio la corriente continua, que cuando se conecta a los vehículos eléctricos que poseen esta tecnología, evita todo el proceso de conversión y carga directamente el paquete de baterías. Como consecuencia, los tiempos de carga se reducen drásticamente.
Los vehículos eléctricos de la generación actual son capaces de cargar una batería agotada hasta más del 75% en menos de una hora, lo que supone un progreso demencial si se compara con las más de 4-5 horas que se tarda en cargar la misma batería con una toma de corriente.
Así es como fluye la energía en un vehículo eléctrico
A pesar de su comodidad, la carga rápida supone un esfuerzo mucho mayor para las baterías en comparación con la carga estándar. Debido a la gran cantidad de electricidad que se envía a los paquetes de baterías, éstos tienden a generar mucho calor, lo que requiere una mejor gestión térmica para disipar el exceso de calor.
La carga rápida también puede ser perjudicial para el ciclo de vida del paquete de baterías, por lo que hay que sustituir el paquete de baterías antes que los que utilizan la carga lenta.
Los cargadores rápidos para vehículos eléctricos no suelen instalarse en viviendas, ya que requieren y operan con voltajes mucho más altos -más de 200V-. Esto les permite suministrar una energía significativamente mayor a la batería en un corto periodo de tiempo.
Las baterías de los coches eléctricos necesitan electricidad de corriente continua para cargarse. Tanto los cargadores lentos como los rápidos suelen coger CA (corriente alterna) de su fuente, por lo que los coches eléctricos tienen que convertirla primero en CC con un convertidor integrado en el sistema de carga del coche.
Velocidades de carga
Los cargadores rápidos para vehículos eléctricos son capaces de cargar los coches eléctricos mucho más rápido y existen dos tipos principales.
Cargadores rápidos de corriente alterna y los cargadores rápidos para vehículos eléctricos de corriente continua.
Los cargadores rápidos de corriente alterna aceleran el proceso simplemente porque utilizan más potencia, alrededor de 22kW. Estos tipos de cargadores se encuentran habitualmente en los centros comerciales y urbanos, donde los propietarios de VE suelen pasar horas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que sólo unos cuantos vehículos eléctricos son capaces de usar esas velocidades de carga a través de corriente alterna.
La otra forma de conseguir mayores velocidades de carga es suministrar corriente continua directamente desde el cargador, tal y como comentábamos. Se trata de los cargadores rápidos para vehículos eléctricos llamados cargadores ultrarrápidos, que funcionan a velocidades de 50 kW y hasta 350 kW en algunas electrolineras, reduciendo el tiempo de carga a unos 30 minutos, según el modelo del vehiculo.
La tecnología mejora con regularidad y algunos modelos, como el Hyundai Ioniq 5, son capaces de cargar a velocidades de hasta 220 kW, lo que permite a los propietarios cargar del 10 al 80% en tan solo 18 minutos. Actualmente, el coche de carga más rápida a la venta es el Porsche Taycan, capaz de alcanzar velocidades de hasta 270 kW.
Los conectores CCS (standard europeo) se utilizan para cargar los vehículos eléctricos a velocidades ultrarrápidas en los puntos de recarga de corriente continua.
Como se puede ver, los fabricantes de vehículos eléctricos han estado trabajando en tecnologías que podrían reducir los tiempos de carga de una forma increíble. Dicho esto, es emocionante ver toda la nueva tecnología que rodea el mundo de los vehículos eléctricos, la cual tiene el potencial de convertir a las masas en usuarios de vehículos eléctricos y ayudar con la transición energética.